Presentado un estudio, pionero en Europa, con una veintena de indicadores socioeconómicos o metas a alcanzar tras escuchar a los ciudadanos

Fotografía de cabecera: El politólogo David Hervás, durante la presentación del ïndice del Bien Común en Guarromán.

El Ayuntamiento de Guarromán ha presentado el primer Índice del Bien Común (IBC) que se realiza en España, culminando un proceso que se inició en 2019 cuando el municipio jiennense declaró formalmente su adhesión al movimiento de la Economía del Bien Común, y meses más tarde presentó su ‘Balance del Bien Común’. Este IBC es el resultado de tres años de trabajo que han culminado en un estudio pionero ya que este documento es el primero en su especie que se publica en toda Europa (en estos momentos se avanza en modelos similares en Alemania e Italia) por lo que la localidad jiennense se convierte en una referencia internacional de la Economía del Bien Común.

El trabajo ha sido elaborado por los politólogos David Hervás Sanz y José Jiménez Almeida (consultora Cooperacción), y ha contado con la participación de voluntarios de la Asociación Andaluza de la Economía del Bien Común y con la propia ciudadanía de Guarromán, que ha sido un actor clave a la hora de diseñar e implementar este novedoso índice. El objetivo de esta iniciativa va mucho más allá de mostrar una ‘fotografía fija’ de la realidad del municipio. Este IBC no supone poner una nota al desempeño económico, social, administrativo del territorio. Es un punto de partida que permitirá evaluar a lo largo del tiempo no sólo datos objetivos (renta, empleo, inversión por habitante en gasto social, etc.) sino qué percepción tienen los vecinos y vecinas de Guarromán de cómo van las cosas en su propio pueblo.

El punto de partida de este IBC para Guarromán ha sido una de las premisas básicas de la Economía del Bien Común: la necesidad de superar variables como el PIB o la Renta Media como indicadores exclusivos del bienestar de una sociedad. En el caso del municipio jiennense se comenzó con un proceso de participación ciudadano en el que se mantuvieron más de una veintena de encuentros y reuniones con colectivos sociales, estudiantes, agrupaciones culturales y ciudadanos y ciudadanas en general para determinar lo que para el pueblo es importante a la hora de valorar su calidad de vida y bienestar. El resultado de este proceso participativo fue la concreción de 20 objetivos o metas que son los que se han analizado con posterioridad. Asuntos como el empleo, la actividad económica, la situación educativa o la salud pública (frecuentes en otros índices análogos) se suman a otras metas también señaladas por la propia ciudadanía como el fomento de la cultura, la protección de la infancia, las políticas de tercera edad o la promoción de la convivencia, entre otras.

Un estudio a dos caras

Para elaborar este IBC para el municipio de Guarromán se han identificado un total de 58 indicadores asociados a esos 20 objetivos señalados por la ciudadanía. En base a estos indicadores se ha elaborado un análisis de la realidad del municipio usando datos de carácter objetivo (tasa de desempleo, esperanza de vida al nacer, renta media por habitante o metros cuadrados de infraestructuras deportivas por habitante, entre muchos otros) y una valoración de indicadores subjetivos realizada a través de una encuesta ciudadana. El resultado es una puntuación de 492,34 puntos sobre 1.000 posibles.

Pero, como se refería anteriormente, esto no es una nota que permita decir si Guarromán está bien o está mal. Aquí no hay ni aprobados ni suspensos. Es sólo un punto de partida que servirá de base para futuros estudios. La finalidad última del IBC de Guarromán no es evaluar el hoy sino ver si las cosas mejoran o empeoran a lo largo del tiempo. El año próximo, el IBC nos dibujará ese escenario y si la puntuación es mayor a la actual eso significará que se va en la dirección correcta. Y es aquí reside la novedad de un enfoque que permitirá ver la evolución de cada uno de los indicadores a través del tiempo y poder dirigir las políticas públicas hacia los asuntos que más preocupan a la ciudadanía y a los objetivos que requieren de una atención prioritaria de las autoridades municipales.

Sobre la Economía del Bien Común

La Economía del Bien Común aboga por un modelo económico más ético en el que el bienestar de las personas y el medioambiente se conviertan en el verdadero objetivo de las empresas. El movimiento internacional nació en 2010 y se basa en las ideas del autor austríaco Christian Felber. Actualmente, el movimiento tiene, a nivel mundial, más de 11.000 simpatizantes, más de 4.000 activistas en más de 160 grupos locales, y 31 asociaciones. Más de 500 empresas y organizaciones han completado el Balance del Bien Común. En todo el mundo, cerca de 60 municipios y 200 universidades participan activamente en la difusión de los principios de la Economía del Bien Común.

El informe al completo está a disposición de la ciudadanía en general en la página web del Ayuntamiento de Guarromán (https://www.guarroman.es/wp-content/uploads/2024/03/Informe_IBC_Guarroman1.pdf)